El Poema de Gilgamesh

«[Levanta, pues, y vamos, para que vea] tu rostro. [Te mostraré Gilgamesh; donde] está bien sé. Vamos, pues, oh Enkidu, a la amurallada [Uruk], Donde la gente res[plande]ce en festiva indumentaria, (Donde) cada día es fiesta, Donde [...] mozos.... (10) Y mo[z]as [...] de figura. Su sazón [...] henchida de perfume. ¡Apartan a los grandes de sus lechos! A ti, oh Enkidu, que disfrutas de la vida, Mostraré a Gilgamesh, el hombre jocundo.

Mírale, contempla su faz; Radiante está de virilidad, fuerza tiene. Todo su cuerpo es suntuoso de madurez, Vigor más poderoso que tú tiene, Sin descansar jamás de día o de noche. (20) ¡Oh Enkidu, renuncia a tu presunción! Gilgamesh - a él estima Samas; Anu, Enlil y Ea dilataron su sabiduría. Antes de que bajes de las colinas, Gilgamesh te verá en (sus) sueños en Uruk:...»

Omitidas las restantes líneas de la versión asiria de la tablilla I, por cuanto la babilónica antigua de la tablilla II comienza en este punto.

Tablilla II

VERSION BABILONICA ANTIGUA

(II)

eXTReMe Tracker