Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida
Descanse a ratos perdidos. Deje su cuerpo tan blando como un viejo calcetín. Yo tengo en mi mesa mientras trabajo un viejo calcetín de color castaño, como recuerdo de lo blando que debería estar. Si no tiene un calcetín, puede utilizar al gato. ¿Ha tomado usted en sus manos a un gatito que estuviera toman do el sol? Los dos extremos de su cuerpo se comban como un pe riódico mojado. Hasta los yoguis ' de la India dicen que, sise quie re ser maestro en el arte del descanso, hay que observar al gato. Yo nunca he visto un gato cansado, un gato con desarreglos ner viosos o un gato que sufra de insomnio, preocupación o úlceras de estómago. Trabaje, en la medida de lo posible, en posiciones cómodas. Recuerde que las tensiones del cuerpo producen dolores en hom bros y espalda y fatiga nerviosa. Obsérvese cuatro o cinco veces por día y dígase: "¿Estoy haciendo mi trabajo más duro de lo que realmente es? ¿Estoy uti lizando músculos que nada tienen que ver con el trabajo que estoy haciendo?" Esto le ayudará a formarse el hábito del descan so y, como dice el Dr. David Harold Fink, "entre los que mejor conocen la psicología, los hábitos están en la proporción de dos a uno". Examínese usted de nuevo al final de la jornada, preguntán dose: "¿Hasta qué punto estoy cansado? Si estoy cansado no es a causa del trabajo mental que he realizado, sino a causa del modo en que lo he realizado". Daniel W. Josselyn dice: "Mido mis realizaciones, no por lo cansado que estoy al final de la jomada, sino por la medida en que no estoy cansado. Cuando me siento particularmente cansado al final de la jornada o con una irritabilidad que demuestra que mis nervios están cansados, sé de modo indubitable que ha sido un día ineficiente tanto en cantidad como en calidad". Si todos los ejecutivos aprendieran esta misma lección, nuestro promedio de fallecimientos por enfermedades de "hipertensión" descendería de la noche a la mañana. Y dejaríamos de llenar nuestros sanatorios y manicomios con personas deshechas por la fatiga y la preocupación.

25 COMO EVITAR LA FATIGA... Y MANTENERSE JOVEN

Un día del otoño último mi ayudante voló a Boston para asistir a una sesión de una de las clases médicas más extraordinarias del mundo. ¿Médicas? Bien, sí. Esta clase se celebra una vez a la semana en el Dispensario de Boston y los pacientes que asisten a ella son sometidos a exámenes regulares y completas antes de ser admitidos. Pero, en realidad, esta clase es una clínica psicológica. Aunque su denominación oficial es Clase de Psicología Aplicada —anteriormente era Clase de Regulación del Pensamiento, nombre propuesto por el primer miembro—, la verdadera finalidad de la institución es tratar a las personas enfermas de preocupación. Y muchos de estos pacientes son amas de casa emocionalmente perturbadas.

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