Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida

Cuando me encuentro preocupado y dando vueltas interminables a un asunto, como el camello que mueve la noria en Egipto, un buen ejercicio físico me ayuda a eliminar la depresión. Puede consistir este ejercicio en un largo paseo por el campo o media hora de boxeo con la bolsa en el gimnasio. En todo caso, el ejercicio físico me despeja el espíritu. Durante un fin de semana desarrollo mucha actividad física: corro en torno de la cancha de golf, o juego una partida de "pelota paleta", o hago ski en los Adirondacks. Cansarme físicamente me alivia de los problemas legales, de modo que cuando vuelvo a ellos siento fuerzas e ímpetus renovados.

Con mucha frecuencia encuentro oportunidad de pasar una hora en el gimnasio del Club Yale de Nueva York, donde trabajo. Nadie puede preocuparse mientras esté jugando al squash o esquiando. Son cosas que absorben demasiado como para preocuparse. Las inmensas cumbres mentales se convierten en montículos insignificantes que la acción y los nuevos pensamientos allanan rápidamente.

Creo que el mejor antídoto para la preocupación es el ejercicio. Use más sus músculos y menos su cerebro cuando esté preocupado y se asombrará de los resultados. En mí, el sistema funciona a las mil maravillas: la preocupación se va cuando el ejercicio comienza.

ERA "LA TRISTE FIGURA DEL COLEGIO TÉCNICO DE VIRGINIA"

por JIM BIRDSALL

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