Era la águila que a un árbol
Dende las nubes bajó;
Era mas linda que el alba
Cuando va rayando el sol;
Era la flor deliciosa
Que entre el trebolar creció.
Pero, amigo, el Comendante
Que mandaba la milicia,
Como que no desperdicia
Se fué refalando a casa;
Yo le conocí en la traza
Que el hombre traiba malicia.
El me daba voz de amigo,
Pero no le tenía fe;
Era el jefe, y ya se ve,
No podía competir yo;
En mi rancho se pegó
Lo mesmo que un saguaipé.
A poco andar, conocí
Que ya me había desbancao,
Y el siempre muy entonao,
Aunque sin darme ni un cobre,
Me tenía de lao a lao
Como encomienda de pobre.