Sandokan el Rey del Mar

Capítulo 10 El regreso del rey del mar

Después del cañonazo se oyeron unos clamores ensordecedores y varios disparos de fusil. Pero no eran gritos de guerra, sino de alegría, señal evidente de que no se trataba del Rey del Mar, sino de la nave inglesa avistada anteriormente.

Yáñez y sir Moreland intentaron trepar hasta el techo, donde había algo semejante a un ventilador, pero tuvieron que desistir de su empeño a causa de lo elevado de aquellos muros.

-¡Bah! -dijo el angloindio -. Será una espera de pocos minutos.

-¿Se tratará de un barco perteneciente a la flotilla de Labuán? -preguntó Yáñez.

-Lo supongo. Parece que mis compatriotas han desembarcado: ¿no oye usted esos hurras?

-Sí, es la población que los saluda.

-Dentro de algunos momentos, la comedia se cambiará en farsa, con gran asombro por parte de ese estúpido gobernador, que se ha empeñado en no creer que soy un capitán auténtico. Los gritos se acercan: mis compatriotas vienen a felicitarnos.

-En cambio, los isleños supondrán que vienen en nuestra busca para ahorcamos -dijo Damna.

-¡Son capaces de haber preparado las cuerdas! -dijo Yáñez, bromeando.

eXTReMe Tracker