La riqueza de las naciones

Capítulo 5 De los distintos empleos de los capitales

Aunque todos los capitales están destinados sólo a mantener trabajo productivo, la cantidad de ese trabajo que los mismos capitales pueden poner en marcha varía inmensamente según sus empleos, y lo mismo ocurre con el valor que cada empleo aporta al producto anual de la tierra y el trabajo del país.

Un capital puede ser invertido en cuatro formas diferentes: primero, en procurar los materiales en bruto anualmente demandados para uso y consumo de la sociedad; segundo, en elaborar y preparar esos materiales para su inmediato uso y consumo; tercero, en transportar los materiales en bruto o ya elaborados desde los lugares donde abundan hacia los lugares donde faltan; o, por último, en dividir esos productos en pequeñas porciones para que se adapten a las demandas ocasionales. En la primera forma se emplean los capitales de todos aquellos que emprenden la mejora o cultivo de tierras, minas o pesquerías; en la segunda, los de los fabricantes; en la tercera, los de los comerciantes mayoristas; y en la cuarta, los de los minoristas. Es difícil concebir una forma de emplear un capital que no pueda ser clasificada en alguna u otra de estas cuatro. Cada uno de estos cuatro métodos de invertir un capital es fundamentalmente necesario para la existencia o extensión de los otros tres, o para la conveniencia general de la sociedad.

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