La riqueza de las naciones

Capítulo 3 De la aparición y desarrollo de ciudades y pueblos tras la caída del Imperio Romano

Tras la caída del Imperio Romano, los habitantes de ciudades y pueblos no se vieron en mejor situación que los del campo. Es verdad que se trataba de una clase de personas muy distinta de los primeros habitantes de las antiguas repúblicas de Grecia e Italia. En éstas últimas vivían los dueños de las tierras, entre los que inicialmente se dividió el territorio, y que creyeron conveniente construir sus casas cercanas unas de otras, y cercar el conjunto con una muralla, con objeto de tener una defensa común. Después del final del Imperio Romano, por el contrario, los propietarios de las tierras vivieron generalmente en castillos fortificados dentro de sus propios campos, rodeados por sus arrendatarios y servidores. Las ciudades fueron habitadas fundamentalmente por comerciantes y artesanos, que en esa época se hallaban en una condición servil o casi servil. Los privilegios concedidos por antiguos estatutos a los habitantes de algunas de las principales ciudades europeas muestran claramente cómo estarían antes de tales concesiones. Unas personas que recibieron como privilegio el derecho a dar a sus hijas en matrimonio sin el consenso del señor, el que a su muerte sus bienes pudiesen ser heredados por sus hijos y no por el señor, y el poder disponer de sus bienes mediante un testamento, debían estar con anterioridad a tales concesiones en una situación de servidumbre igual o casi igual a la de quienes vivían en el campo.

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