Viaje al centro de la tierra

Al día siguiente, 15, quedaron terminados todos los preparativos. El señor Fridriksson prestó a mi tío un gran servicio regalándole un mapa de Islandia incomparablemente más perfecto que el de Henderson: el mapa de Olaf Nikolás Olsen, hecho en escala de 1/480.000, y editado por la Sociedad Literaria Islandesa, con sujeción a los trabajos geodésicos del señor Scheel Frisac y la nivelación topográfica del señor Bjorn Gumlaugsonn. Era un documento precioso para un mineralogista.

Pasamos la última velada en íntima conversación con el señor Fridriksson, que me inspiraba una íntima simpatía. A la charla, después, siguió un sueño bastante agitado, al menos por parte mía.

A las cinco de la mañana me despertaron los relinchos de cuatro caballos que bajo mi ventana piafaban.

Me Vestí a toda prisa y bajé en seguida a la calle, donde Hans estaba acabando de cargar nuestra impedimenta, moviéndose lo menos posible, aunque dando muestras de poseer una extraordinaria destreza. Hacía mi tío más ruido del que era necesario; pero el guía prestaba, al parecer, poca o ninguna atención a sus recomendaciones.

eXTReMe Tracker