¡La Verdad y la Justicia!
Yo os conozco y conozco
vuestros Nombres ocultos, vuestras Formas misteriosas
que nadie conoce.
Es así, ¡oh dioses!, que yo soy un dios entre vosotros,
y que soy coronado dios entre los hombres.
Izado sobre un pavés,
soy vigoroso y poderoso entre vosotros,
lanzando gritos de alegría los dioses vienen a mi encuentro
y me dirigen súplicas las diosas.
Camino hacia vosotros, ¡oh dioses! coronado como vuestras dos Hijas[114],
y ocupo mi puesto en la Casa de los Dos Horizontes.
Recibo en mi altar, hacia la Tarde, ofrendas sepulcrales
y con vosotros comulgo a través de los sacrificios líquidos.
Así es que, caminando en medio de los gritos de alegría
saludo a los dioses del Horizonte y los adoro;
porque yo soy el Señor de los Seres Perfectos…
Me saludan los dioses con sus gritos