¡Ojalá seáis hundidos en las Tinieblas!
¡Que mi Sombra no sea hecha prisionera por vosotros!
i Que mi Alma no sea capturada por vosotros!
¡Que se abra el camino para mi Alma y mi Sombra,
para que ambas puedan, el día le Juicio,
entonces pronunciaré las palabras mágicas de Osiris
contemplar al dios Grande en su santuario!
(Cuya morada es misteriosa y está oculta).
¡Oh vosotros, demonios que tenéis prisioneros los miembros dispersos de Osiris,
que capturáis a los Espíritus santificados
¡Sabed!
Sabed que, verdaderamente, el Cielo no me tendrá cautivo,
¡Ni la Tierra podrá aprisionarme en sus entrañas!
No me someterá el poder de los demonio-verdugos.
Mis piernas me obedecen;
aquí voy hacia mi cadáver que está en la Tierra.
¡Ojalá pueda salvarme de los demonios
que han aprisionado los miembros de Osiris!