EL PASO POR DETRÁS DEL DETESTABLE APOPI[14]
¡Oh tú, funesta criatura de cera,
que vives para destruir a débiles y desamparados!
¡Aprende que no soy débil!
¡Que no soy un alma exhausta y desanimada!
¡Que tus brebajes no podrán penetrar en mis miembros!
Porque el Cuerpo de Tum ¡es mi propio Cuerpo[15]!
Y de no agonizar tú mismo,
¡Tampoco los sufrimientos de la agonía podrán llegar a mis miembros!
¡Porque soy el Tum en el medio del Océano celeste!
Y verdaderamente ¡todos los dioses me favorecen eternamente!
Mi nombre es un Misterio[16].
Mi morada es sagrada para siempre.
Ya no afrontaré más a los Jueces del Infierno,
pues desde ahora acompaño al propio Tum.
¡Soy impotente! ¡Soy impotente!