UN ENCANTAMIENTO CONTRA LOS ENEMIGOS
¡Oh tú, Espíritu, que devoras tu propio brazo,
aléjate de mi senda!
¡Pues yo soy Ra que se eleva en el Cielo frente a sus enemigos!
Ya no podrán huir de mí,
este dios poderoso los ha dejado entre mis manos.
Mi brazo está restaurado Como el del Amo de la Corona[19].
A medida que las diosas-serpientes se elevan,
yo aligero mis pasos…
¡Ya no seré entregado a mis enemigos!,
pues colocados en mis manos ya no podrán huir de mí.
Estoy de pie como Horus;
estoy sentado igual que Ptah; soy tan fuerte como Thoth; soy imbatible como Tum.
Mis piernas me llevan en su correr;
de mi boca se oyen Palabras de Potencia.
He aquí que busco por todo el Cielo a mis enemigos,
que me serán entregados y no podrán ya huir de mí.