HIMNO A LA GLORIA DE OSIRIS
¡Salve, oh Osiris,
triunfador, hijo de Nut, Ser-Bueno,
primogénito de Keb, dios antiguo, Dueño del Soplo de la Vida,
gran Príncipe del Occidente y del Oriente,
señor de los misterios que siembran el terror!
Fuiste coronado en Hnemi-nesu con la corona Atef[165]
¡Amo de la potencia del Aliento,
señor de la Sala de los ritos teúrgicos,
amo de todas las ofrendas y de las fiestas de Djedu!
Es así que Horus exalta en todos los rincones del Universo
a su Padre Osiris.
Isis y Neftis unen sus esfuerzos:
el Verbo mágico de Thoth santifica al Ser-Bueno;
en su pecho maduran largamente sus palabras;
salen de su boca y dan a Horus
más vigor que a todos los demás dioses.
¡Levántate, Hours! ¡Hijo de Isis,
restaura a tu Padre, Osiris, en su trono!
¡Salve, Osiris! ¡Mira! ¡Yo me acerco a ti!
¡Soy tu hijo Horus que restituye
tu Toda-Potencia divina!
A partir de este momento yo vivo, en verdad,