El libro egipcio de los muertos

Conjuros CXLI y CXLII[184]

Comienza aquí el conjuro que deberá recitar o bien un hijo en beneficio de su padre, o bien un padre en provecho de su hijo muerto. Deberá recitarse con motivo de las fiestas del Amenti, con el fin de hacer que el difunto se vuelva perfecto, tanto en el seno de Ra como en medio de los dioses entre los cuales habitará.

Esta recitación deberá ser realizada el noveno día de las fiestas.

Decir:

¡Aquí tenéis las ofrendas: pan, cerveza, carne, aves, asado, incienso encendido… están destinadas:

a Osiris, Príncipe del Amenti;

a Ra-Harakhte, a Nu, a Maat, a la Barca de Ra;

a Tum;

a la Gran Jerarquía de los dioses y a la Pequeña;

a Horus, Dueño de la corona Ureret;

a Shu, a Tefnut, a Keb, a Nut, a Isis, a Neftis;

a los templos de los múltiples Ka del Señor de los Mundos;

a los circuitos y a las revoluciones celestes

que sostienen el Orden divino[185];

a Augert que está en su sitio habitual;

al Egipto del Norte y del Sur y a los Cuerpos gloriosos de los dioses;

a la venerada diosa de la caballera rojiza;

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