PARA NO SER DEVORADO POR LOS DEMONIOS-SERPIENTES
¡Observa, Shu! ¡Aquí está Djedu!
¡Observa Djedu! ¡Aquí está Shu!
Uno y otro tienen en su poder la corona de Hathor.
Amorosamente ellos tienen a su cuidado
la momia de Osiris.
Aquí dos demonios se aproximan para devorarme…
Pero sin que lo advierta el diablo Seksek, camino entre ellos…
Ese ser que ruega: ¡Cuidad de mi sepulcro!, es Osiris,
o sea yo mismo.
El Príncipe de los dioses mira hacia él y con su Ojo lo purifica;
según el Juicio dictado,
le otorga su porción de Verdad-Justicia.