El Poema de Gilgamesh

«Porque hice que rivalizara contigo». Mientras Gilgamesh revela su sueño, Enkidu se halla sentado ante la ramera.

[... ] ellos dos.

[Enki]du olvida dónde nació. Durante seis días y siete noches Enkidu sale, Cohabitando con la m[oza]. Después la ramera abrió la boca, (10) Diciendo a Enkidu:

«Según te veo, Enkidu, te has hecho como un dios; ¿Por cuál motivo con las criaturas salvajes Tú recorres la llanura? Levántate, te guiaré A Uruk, de amplios mercados, Al templo santo, morada de Anu; Enkidu, levántate, te guiaré A Eanna, morada de Anu, Donde vive [Gilgamesh, cabal] en sus hazañas, (20) Y tú, co[mo...], Amarás [a él como] a ti mismo. ¡En pie, álzate del suelo, Lecho del pastor!»

Escuchó sus palabras, aprobó su alocución; El consejo de la mujer Cayó en su corazón. Ella se quitó (sus) vestidos; Con una (prenda) le ciñó, Con la otra prenda (30) Vistió a sí misma. Tomándole de la mano, Le lleva como una madre A la junta de los pastores, Al sitio del redil.

En torno a él los pastores se apiñaron. (faltan varias líneas)

(III)

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