28 La cual destilan las nubes, Goteando en abundancia sobre los hombres.
29 ¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes, Y el sonido estrepitoso de su morada?
30 He aquí que sobre él extiende su luz, Y cobija con ella las profundidades del mar.
31 Bien que por esos medios castiga a los pueblos, A la multitud él da sustento.
32 Con las nubes encubre la luz, Y le manda no brillar, interponiendo aquéllas.
33 El trueno declara su indignación, Y la tempestad proclama su ira contra la iniquidad.
1 Por eso también se estremece mi corazón, Y salta de su lugar.
2 Oíd atentamente el estrépito de su voz, Y el sonido que sale de su boca.
3 Debajo de todos los cielos lo dirige, Y su luz hasta los fines de la tierra.
4 Después de ella brama el sonido, Truena él con voz majestuosa; Y aunque sea oída su voz, no los detiene.
5 Truena Dios maravillosamente con su voz; El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos.
6 Porque a la nieve dice: Desciende a la tierra; También a la llovizna, y a los aguaceros torrenciales.
7 Así hace retirarse a todo hombre, Para que los hombres todos reconozcan su obra.