10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de Ãdolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los Ãdolos?
11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.
12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.
Los derechos de un apóstol
1 ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
2 Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
3 Contra los que me acusan, esta es mi defensa:
4 ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber?
5 ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
6 ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar?