Es fundamental reconocer tres errores comunes en la especulación que suelen llevar a resultados desastrosos: actuar bajo la falsa creencia de que se está invirtiendo cuando, en realidad, solo se está siguiendo la tendencia del mercado; embarcarse en especulaciones sin contar con el conocimiento suficiente, y apostar más capital del que uno puede permitirse perder. Para evitar estos riesgos, el inversor prudente debe diferenciar los activos verdaderamente sólidos de aquellos cuyo valor es impulsado por la moda del momento. En tiempos de alta volatilidad, como en las recesiones o en los picos del mercado, la claridad entre estos conceptos es clave para mantener la integridad financiera.
Se recomienda adquirir acciones infravaloradas, cuyo valor intrÃnseco exceda el precio de mercado, protegiendo asà al inversor de pérdidas potenciales.
Para invertir en valor, se recomienda adquirir acciones que estén por debajo de su valor intrÃnseco, lo que se conoce como infravaloración. Esta estrategia se basa en identificar empresas sólidas cuyo precio de mercado es inferior a su valor real. Este enfoque permite al inversor obtener una "ventaja de seguridad" frente a posibles pérdidas, pues el precio al que se compra actúa como un margen protector contra las fluctuaciones del mercado.