La vida es sueño

Para que su hijo no acabe desilusionado, Basilio prepara una estratagema: el carcelero deberá administrar a Segismundo una droga muy fuerte que lo hará dormir profundamente y después despertar como un príncipe en un lujoso cuarto del palacio real. Al despertar Segismundo y, después de haber experimentado una vida totalmente diferente, es despertado otra vez en la mazmorra donde pasará el resto de su vida. Ese retorno a la desgracia, se debe al hecho de haber vivido acciones condenables al experimentar el poder en la posición de príncipe heredero del trono. Presenciando el dolor e infelicidad del príncipe, el carcelero Clotaldo lo convence de que todo lo presenciado, las bellas ropas, los cortesanos, los regalos, no pasó de un mero sueño. Asegura que, incluso en el sueño, él debería haber honrado a su padre y haber practicado buenas acciones.

Siguiendo la moral barroca, Calderón de la Barca muestra que, sueño o realidad, la vida es pasajera y efímera, por eso el ser humano deber ser bondadoso porque nada se pierde. El dramaturgo concluye su obra con un monólogo acertado que da origen al título: ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

eXTReMe Tracker