(Sala de estar de Elena. A la izquierda una puerta con cortina de fieltro y otra que da a la sala de música, a la derecha una puerta que comunica con el dormitorio de Elena. En el centro ventanas que dan al mar y al puerto. Una mesita con cosas heterogéneas, otra mesa, un sofá y sillas, una cómoda, un escritorio con una lámpara. A la derecha una chimenea con lamparitas sobre la repisa. Todo el conjunto, en sus detalles, es moderno y puramente femenino. Domin mirando por la ventana saca el revólver pensativamente. Fabry y Helman llaman a la puerta y entran por la izquierda con montones de flores y macetas.)
FABRY: ¿Dónde tenemos que colocar todo esto?
HELMAN: ¡Uff! (Deja su carga e indica la puerta de la derecha.) Está dormida. Bueno, mientras duerma no se enterará de nada.
DOMIN: No sabe nada de nada.
FABRY (Colocando las flores en los floreros): Espero que no pase nada hoy…
HELMAN (Arreglando flores): Espero que no pase nada hoy…
DOMIN (Mirando por la ventana): Ni rastro de barco, ni señal… Debe andar todo bastante mal.
HELMAN: Calla. FÃjate si lo oyera.
DOMIN: Bueno, de todas formas el Última ha llegado justo a tiempo.
FABRY (Dejando las flores): ¿Crees que hoy…?