Para que las críticas no nos preocupen, he aquí la Regla 3:
Llevemos un registro de las tonterías que hemos hecho y critiquémonos nosotros mismos. Como no es posible que pretendamos ser perfectos, hagamos lo que hacía E. H. Little: pidamos una crítica imparcial, útil y constructiva.
En síntesis
Regla 1: La crítica injusta es frecuentemente un cumplido disfrazado. Significa muchas veces que hemos provocado celos y envidias. Recordemos que nadie patea a un perro muerto.
Regla 2: Hagamos las cosas lo mejor que podamos; después abramos el viejo paraguas y procuremos que la lluvia de críticas no nos moje.
Regla 3: Llevemos un registro de las tonterías que hemos hecho y critiquémonos nosotros mismos. Ya que no podemos ser perfectos, hagamos lo que hace E. H. Little: pedir una crítica imparcial, útil y constructiva.