Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida

En ese "Country Club" me interesé en el bridge. Pasé seis semanas aprendiendo el juego, jugando al bridge con los otros internados y leyendo los libros de Culbertson sobre bridge. Al cabo de seis semanas jugué todas las noches durante el resto de mi internación en el hospital. También me interesé en la pintura al óleo y estudié pintura con un profesor todas las tardes, de tres a cinco. ¡Algunos de mis cuadros eran tan buenos que el que los veía casi podía decir qué representaban! También hice intentos en la talla de madera y de jabón y leí varios libros sobre el tema, que me parecieron fascinantes. Me mantuve tan ocupado que no tuve tiempo para preocuparme por mi condición física. Hasta encontré tiempo para leer libros de psicología que me prestó la Cruz Roja. Al cabo de tres meses, todo el cuerpo médico fue a verme y me felicitó por "mi sorprendente mejoría". Fueron las palabras más hermosas que oí desde el día de mi nacimiento. Estuve a punto de gritar de alegría.

Lo que quiero señalar es esto: cuando no tenía nada que. hacer me echaba de espaldas y me preocupaba por mi futuro, sin registrar la menor mejoría. Me envenenaba el cuerpo con preocupaciones. Hasta las costillas rotas se negaban a sanar. Pero en cuanto me distraje jugando al bridge, pintando cuadros al óleo y tallando madera, los doctores se asombraron ante "mi sorprendente mejoría".

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