Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida

"La cantidad corriente de rayos X en casos tan avanzados, en los que no cabe aplicar el radio, es diez minutos y medio diarios durante treinta días. Me dieron catorce minutos y medio diarios durante 49 días y, aunque los huesos se señalaban en mi escuálido cuerpo mo las rocas de una árida ladera y aunque mis pies parecían de plomo, no me preocupé. ¡No lloré ni una vez! ¡Sonreí! Sí, me obligué a sonreír.

"No soy tan estúpida que crea que la mera sonrisa pueda curar el cáncer. Pero creo que una animosa actitud mental ayuda al organismo a combatir la enfermedad. En todo caso, experimenté una de las milagrosas curas del cáncer. Nunca he tenido tan buena salud como en los últimos años y esto lo debo a las palabras combativas y retadoras del Dr. McCaffery: ' Haga frente a la situación. ¡Deje de preocuparse! Y haga después lo que se le ocurra.' "

Voy a terminar este capítulo repitiendo las palabras del Dr. Alexis Carrel: "Aquellos que no saben cómo combatir la preocupación mueren jóvenes."

Los fanáticos seguidores del profeta Mahoma tenían frecuentemente tatuados en sus pechos versos del Corán. Me gustaría tatuar el título de este capítulo en el pecho de todo lector de este libro: "Aquellos que no saben cómo combatir la preocupación mueren jóvenes".

¿Estaba el Dr. Carrel hablando de usted?

Tal vez.

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