Zaguán de casa de la novia. Portón al fondo. Es de noche. La novia sale con enaguas blancas encañonadas, llenas de encajes y puntas bordadas, y un corpiño blanco, con los brazos al aire. La criada lo mismo
Criada: Aquí te acabaré de peinar.
Novia: No se puede estar ahí dentro, del calor.
Criada: En estas tierras no refresca ni al amanecer.
(Se sienta la novia en una silla baja y se mira en un espejito de mano. La criada la peina.)
Novia: Mi madre era de un sitio donde había muchos árboles. De tierra rica.
Criada: ¡Así era ella de alegre!
Novia: Pero se consumió aquí.
Criada: El sino.
Novia: Como nos consumimos todas. Echan fuego las paredes. ¡Ay!, no tires demasiado.