No habÃa uno que no parese
Con el cabresto en la mano.
Y mientras domaban unos,
Otros al campo salÃan
Y la hacienda recogÃan,
Las manadas repuntaban,
Y ansà sin sentir pasaban
Entretenidos el dÃa.
Y verlos al cair la tarde
En la cocina riunidos,
Con el juego bien prendido
Y mil cosas que contar,
Platicar muy divertidos
Hasta después de cenar.
Y con el buche bien lleno
Era cosa superior
Irse en brazos del amor
A dormir como la gente,
Pa empezar el dÃa siguiente
Las fainas del dÃa anterior.
Ricuerdo !qué maravilla!
Cómo andaba la gauchada
Siempre alegre y bien montada