Y aquel que no era chancleta,
En cuanto el goyete vÃa,
Sin miedo se le prendÃa
Como güerfano a la teta.
!Y qué jugadas se armaban
Cuando estábamos riunidos!
Siempre Ãbamos prevenidos,
Pues en tales ocasiones
A ayudarle a los piones
Caiban muchos comedidos.
Eran los dÃas del apuro
Y alboroto pa el hembraje,
Pa preparar los potajes
Y osequiar bien a la gente,
Y asÃ, pues, muy grandemente,
Pasaba siempre el gauchaje.
VenÃ,a la carne con cuero,
La sabrosa carbonada,
Mazamorra pien pisada,
Los pasteles y el güen vino...
Pero ha querido el destino
que todo aquello acabara.
Estaba el gaucho en su pago