A veces decÃa al volver
Del campo la descubierta
Que estuvieramos alerta,
Que andaba adentro la indiada,
Porque habÃa una rastrillada
O estaba una yegua muerta.
Recién entonces salÃa
La orden de hacer la riunión,
Y caibamos al cantón
En pelos y hasta enancaos,
Sin armas, cuatro pelaos
Que ibamos a hacer jabón.
Ahi empezaba el afán
-Se entiende, de puro vicio-
De enseñarle el ejercicio
A tanto gaucho recluta,
Con un estrutor... !que... bruta!
Que nunca sabÃa su oficio.
Daban entonces las armas
Pa defender los cantones,
Que eran lanzas y latones
Con ataduras de tiento...
Las de juego no las cuento