Que el indio lo arregla todo
con la lanza y con gritos.
Tiemblan las carnes al verlo
volando al viento la cerda,
La rienda en la mano izquierda
Y la lanza en la derecha;
ande enderieza habre brecha
Pues no hay lanzazo que pierda.
Hace trotiadas tremendas
Desde el fondo del desierto;
Ansà llega medio muerto
De hambre, de sé y de fatiga;
Pero el indio es una hormiga
Que dÃa y noche esta despierto.
Sabe manejar las bolas
Como naides las maneja;
Cuanto el contrario se aleja,
Manda una bola perdida,
Y si lo alcanza, sin vida
Es siguro que lo deja.
Y el indio es como tortuga
De duro para espichar;
Si lo llega a destripar