Y las cosas igualmente
Siguieron del mesmo modo:
Adrede parece todo
Pa atormentar a la gente.
No tenÃamos mas permiso,
Ni otro alivio la gauchada,
Que salir de madrugada,
Cuando no habia indio ninguno,
Campo ajuera a hacer boliadas
Desocando los reyunos.
Y cáibamos al cantón
Con los fletes aplastaos,
Pero a veces medio aviaos
Con plumas y algunos cueros,
Que pronto con el pulpero
Los tenÃamos negociaos.
Era un amigo del jefe
Que con un boliche estaba;
Yerba y tabaco nos daba
Por la pluma de avestruz,
Y hasta le hacÃa ver la luz
Al que un cuero le llevaba.
Solo tenÃa cuatro frascos