Y unas barricas vacÃas,
Y a la gente le vendÃa
Todo cuanto precisaba...
Algunos creiban que estaba
Allà la provedurÃa.
!Ah, pulpero habilidoso!
Nada le solia faltar.
!Ahijuna!, para tragar
TenÃa un buche de ñandú;
La gente le dió en llamar
-El boliche de virtú.-
Aunque es justo que quien vende
Algún poquito muerda,
Tiraba tanto la cuerda
Que, con sus cuatro limetas
El cargaba las carretas
De plumas, cueros y cerda.
Nos tenÃa apuntaos a todos
Con más cuentas que un rosario,
Cuando se anunció un salario
Que iban a dar, o un socorro;
Pero sabe Dios qué zorro
Se lo comió al Comisario;