Yo soy un hombre, !que Cristo!,
Que nada me ha acobardao,
Y siempre salà parao
En los trances que me he visto.
Dende chiquito gané
La vida con mi trabajo,
Y aunque siempre estuve abajo
Y no sé lo que es subir
Tambien el mucho sufrir
Suele cansarnos, !barajo!
En medio de mi inorancia
Conozco que nada valgo:
Soy la liebre o soy el galgo
Asigún los tiempos andan;
Pero también los que mandan
Debieran cuidarnos algo.
Una noche que riunidos
Estaban en la carpeta
Empinando una limeta
El Jefe y el Juez de Paz,
Yo no quise aguardar más,
Y me hice humo en un sotreta.
Me parece el campo orégano