Pero esto a nadies lo asombre
Porque ansina es el pastel,
Y tiene que dar el hombre
Mas güeltas que un carretel.
Yo nunca me he de entregar
A los brazos de la muerte;
Arrastro mi triste suerte
Paso a paso y como pueda,
Que donde el débil se queda
Se suele escapar el juerte.
Y ricuerde cada cual
Lo que cada cual sufrió,
Que lo que es, amigo, yo,
Hago ansà la cuenta mÃa:
Ya lo pasado pasó;
Mañana sera otro dia.
Yo también tuve una pilcha
Que me enllenó el corazón,
Y si en aquella ocasión
Alguien me hubiera buscao,
Siguro que me habÃa hallao
Más prendido que un botón.
En la güeya del querer