Que me llamó el Juez un dÃa,
Y me dijo que querÃa
Hacerme a su lao venir,
Y que dentrase a servir
De soldao de polecÃa.
Y me largó una proclama
Tratandome de valiente;
Que yo era un hombre decente,
Y que dende aquel momento
Me nombraba de sargento
Pa que mandara la gente.
Ansà estuve en la partida,
Pero ?qué habÃa de mandar?
Anoche al irlo a tomar
Vide güena coyontura,
Y a mà no me gusta andar
Con la lata a la cintura.
Ya conoce, pues, quién soy;
Tenga confianza conmigo:
Cruz le dio mano de amigo,
Y no lo ha de abandonar;
Juntos podemos buscar
Pa los dos un mesmo abrigo.
Andaremos de matreros