El naufragio del Titán

CAPÍTULO XV

En Nueva York hay hogares impregnados de una atmósfera moral tan pura, elevada y sensible a las vibraciones de la aflicción y de los yerros humanos, que sus miembros solo se preocupan por el bienestar espiritual de la pobre humanidad. En estos hogares no entran los periódicos noticieros y sensacionalistas.

En esa misma ciudad hay eminentes magistrados —miembros de clubes y sociedades— que se acuestan tarde y a menudo no madrugan lo suficiente para leer los periódicos antes de que se abran los tribunales.

También en Nueva York hay redactores con bilis en las entrañas, de verbo incendiario, indiferentes a los sentimientos de los reporteros y al orgullo profesional. Esos redactores, cuando un reportero no ha conseguido entrevistar a un personaje famoso —aunque no sea culpa suya—, lo mandan a veces a buscar noticias a los juzgados de guardia, donde ocurren pocas cosas dignas de publicarse.



eXTReMe Tracker