¡Oh mediodÃa de la vida! ¡Tiempo solemne!
¡Oh jardÃn de verano!
Inquieta felicidad de estar de pie y atisbar y aguardar:
A los amigos espero impaciente, preparado dÃa y noche,
¿Dónde permanecéis, amigos? ¡Venid! ¡Ya es hora! ¡Ya es hora!
¿No ha sido por vosotros por quienes el gris del glaciar
Se ha adornado hoy de rosas?
A vosotros os busca el arroyo, y hoy el viento y la nube
Anhelantes se elevan, se empujan hacia el azul,
Para atisbaros a vista lejanÃsima de pájaro.
En lo más alto estaba preparada mi mesa para vosotros:
¿Quién habita tan cerca
De las estrellas, quién tan cerca de las pardÃsimas lejanÃas del abismo?
Mi reino —¿qué reino se ha extendido más que él?
Y mi miel —¿quién la ha saboreado?
—¡Ahà estáis ya, amigos! —Ay, ¿es que no es a mà A quien querÃais llegar?