Un epÃlogo
1
Hermoso es compartir el silencio,
más hermoso es compartir la risa —
tumbado sobre el musgo a la sombra del haya,
bajo un cielo de seda
reÃr alegre entre amigos
dejando ver los blancos dientes. 36 >>
Si lo hice bien, callemos,
si lo hice mal, riamos,
y hagámoslo siempre peor,
hagámoslo peor, y maliciosos riamos
hasta ascender a nuestra sepultura. 37 >>
¡Amigos! ¡SÃ! ¿Asà ha de suceder?
Hasta la vista. ¡Amén! 38 >>
2
¡Ni disculpas, ni perdón!
¡Envidiad alegres, cordialmente libres,
el tono, el corazón y la hospitalidad
de este libro tan poco razonable!
Creedme, amigos, ¡no para ser maldita
me fue concedida mi sinrazón! 39 >>
Lo que yo encuentro, lo que yo busco,
¿estaba ya en algún libro?
¡Honrad en mà la secta de los locos!
¡Aprended de este libro enloquecido