Publicada en 1929, es la segunda novela de Teresa de la Parra y está considerada un clásico de la literatura hispanoamericana. Constituye la primera gran novela de evocación de la literatura venezolana.
Fue escrita en Europa durante una autoreclusión en Vevey, Suiza, que se impuso la autora para terminar la obra. En ella aborda el tema de la memoria, de la saga familiar e ilustra el ambiente de su niñez, mostrando personajes y costumbres de la época.
La exploración de la intimidad de la familia de Mamá Blanca es, además reflejo de la intimidad misma del venezolano, tema que siempre le fascinó. La novela relata momentos importantes de su infancia, en especial sobre la relación con su familia. Se desarrolla en la hacienda de su padre en la que existÃa un trapiche para fabricar papelón. Son éstas las memorias de una jovial anciana que cuenta sus travesuras infantiles, de quien la autora dice que conoció casualmente y con la que no estaba ligada por ningún lazo de parentesco pero sà por misteriosas afinidades espirituales.