El Corsario Negro

CAPÍTULO IV

UN DUELO ENTRE CUATRO PAREDES

Aun cuando Maracaibo no tenía más de diez mil almas, era por entonces una de las ciudades más importantes que poseía España en las costas del Golfo de México.

Situada en una espléndida posición en el extremo meridional del golfo de su nombre, ante el estrecho que desemboca en el lago de Maracaibo, el cual se interna muchas leguas en el continente, se convirtió rápidamente en un puerto comercial importantísimo, y servía de almacén a todas las producciones de Venezuela.

Los españoles la habían fortificado con un poderoso fuerte, artillado con gran número de cañones, y en las dos islas había guarniciones numerosas.

Los primeros aventureros que pusieron el pie en aquellas playas, erigieron hermosas casas y no pocos palacios, construidos por arquitectos que habían ido de España en busca de fortuna al Nuevo Mundo; sobre todo, abundaban los sitios de pública reunión, donde se citaban los ricos propietarios de minas, y donde se solía disfrutar con el espectáculo de los bailes nacionales de la época, en recuerdo de la patria lejana.

eXTReMe Tracker