Bandido l.° —En pie, señor; suelte lo que tenga que decir. En caso contrario, le haremos sentar y le fusilaremos. Speed .—Estamos perdidos. Son los bandidos que tanto temen los viajeros. Val .—Señores mÃos… Bandido 1.° —No, no; somos vuestros enemigos. Bandido 2.° —¡Silencio! ¿Qué tiene que decirnos? Bandido 3.° —Por mis barbas, es todo un hombre.
SHAKESPEARE: Los dos hidalgos de Verona.
Las aventuras nocturnas de Gurth no habÃan terminado. En verdad, incluso él mismo fue de esta opinión cuando después de haber dejado atrás varias casas aisladas de las afueras de la villa, se encontró en una profunda hondonada que corrÃa entre bordes muy altos, poblados de malezas y encinas. A una y otra parte a veces habÃa algún gigantesco roble que extendÃa sus ramas sobre el sendero. La hondonada presentaba un firme incómodo, debido a las profundas huellas de los carros que durante el dÃa habÃan transportado efectos al lugar del torneo. Reinaba la más intensa oscuridad, ya que ramas y malezas interceptaban los rayos de la luna llena.