Pareció que Wamba se daba perfecta cuenta de la razón de este discurso y que acompañarÃa a su compañero, el cual emprendió su camino después de recoger del suelo un largo garrote. Este segundo Eumeo avanzó deprisa a través del claro del bosque, conduciendo con la ayuda de Fangs la totalidad del inarmónico rebaño que estaba a su cargo.