Ivanhoe

El copero de Cedric buscó en vano a su joven amo…, pudo ver la mancha de sangre marcando el lugar donde había caído, pero no había ningún otro rastro; parecía como si las hadas se lo hubieran llevado por los aires. Quizá Oswald (dado que los sajones eran muy supersticiosos) hubiera dado crédito a tal hipótesis para explicar la desaparición de Ivanhoe, de no haber reparado en un personaje vestido de escudero, cuya fisonomía reconoció como perteneciente a su compañero de servicio Gurth. Preocupado y ansioso por conocer la suerte de su amo, y desesperado por la súbita desaparición, el transformado porquerizo le buscaba por todas partes y, ocupado en ese trabajo, había olvidado el necesario disimulo del cual dependía su propia seguridad. Oswald creyó un deber reducir a Gurth, por tratarse de un fugitivo cuya suerte debía decidir su amo.

Reanudando sus pesquisas para esclarecer la suerte que hubiera podido correr Ivanhoe, la única información que pudo recoger fue que el caballero había sido atendido con especial cuidado por unos criados muy bien vestidos y colocado en una litera perteneciente a una de las damas asistentes al torneo. Ésta le había sacado de inmediato de entre los apretujones de la gente. Oswald, cuando hubo obtenido esta información, resolvió reunirse con su amo para recibir nuevas instrucciones y se llevó con él a Gurth, al que en cierto modo tenía por un desertor del servicio de Cedric.

eXTReMe Tracker