Cuando los viajeros reanudaron su camino, repetidos gritos de socorro alarmaron sus monturas. Rápidamente golpearon al sitio de donde provenÃan las voces y hallaron una litera abandonada en el suelo. A su lado se encontraba una joven ricamente vestida al estilo judÃo, mientras un anciano, cubierto con un gorro amarillo, se paseaba de arriba abajo haciendo gestos que expresaban la más profunda desesperación. Con rabia se retorcÃa las manos, hundiendo la cabeza en sus cansados hombros.