Dura es la ley que obliga a abandonar la casa para combatir pecho contra pecho. Dura es la ley que se basa en el olvido de labios que esperan sonriendo. Pero aún es más dura cuando, el cayado en alto, habla —¡por Dios!— el pecho de basalto.
La Edad Media.
El tribunal constituido para juzgar a la infeliz e inocente Rebeca ocupaba la parte superior de la gran sala, una plataforma que ya anteriormente hemos descrito y calificado como lugar de honor destinado a los habitantes más distinguidos, o a sus huéspedes, de las antiguas casas señoriales.