Hamlet

HAMLET.— Señal que el día del juicio va a venir pronto. Pero vuestras noticias no son ciertas… Permitid que os pregunte más particularmente. ¿Por qué delitos os ha traído aquí vuestra mala suerte a vivir en prisión?

GUILLERMO.— ¿En prisión decís?

HAMLET.— Sí, Dinamarca es una cárcel.

RICARDO.— También el mundo lo será.

HAMLET.— Y muy grande: con muchas guardas, encierros y calabozos, y Dinamarca es uno de los peores.

RICARDO.— Nosotros no éramos de esa opinión.

HAMLET.— Para vosotros podrá no serlo, porque nada hay bueno ni malo, sino en fuerza de nuestra fantasía. Para mí es una verdadera cárcel.

RICARDO.— Será vuestra ambición la que os le figura tal; la grandeza de vuestro ánimo lo hallará estrecho.

HAMLET.— ¡Oh! ¡Dios mío! Yo pudiera estar encerrado en la cáscara de una nuez y creerme soberano de un Estado inmenso… Pero estos sueños terribles me hacen infeliz.

RICARDO.— Todos esos sueños son ambición, y todo cuanto al ambicioso le agita no es más que la sombra de un sueño.

HAMLET.— El sueño, en sí, no es más que una sombra.

eXTReMe Tracker