La fierecilla domada

¡Oh, no, señor! Pongo a Dios por testigo. Pero sí de hacerlo en plena calle.

PETRUCHIO:

Pues entonces volvamos a casa. (A Grumio.) ¿Has oído, granuja? ¡Partamos!

CATALINA:

¡No, no! Te voy a besar, sí. (Lo hace.) Y mío, quedémonos te lo ruego.

PETRUCHIO:

¿No es verdad que el cariño es cosa buena? Ven, mi dulce Lina. Nunca es demasiado tarde para obrar bien. Cierto que más vale tarde que nunca. (Salen.)





eXTReMe Tracker