Entran OTELO, DESDÉMONA y acompañamiento.
OTELO
Querido Miguel, ocupaos esta noche de la guardia.
Impongámonos un límite digno
y no festejemos sin mesura.
CASIO
Yago ya tiene instrucciones. Sin embargo,
mis propios ojos estarán de vigilancia.
OTELO
Yago es muy leal.
Buenas noches, Miguel. Mañana temprano
quiero hablaros.— Vamos, amor:
el bien adquirido es para gozarlo,
y el goce del nuestro estaba esperando.—
Buenas noches.
Salen OTELO, DESDÉMONA [y acompañamiento].
Entra YAGO.
CASIO
Bienvenido, Yago. Vamos a la guardia.
YAGO
Falta una hora, teniente; aún no son las diez. El general nos ha despedido tan pronto por amor a su Desdémona, y no se lo reprochemos. Aún no han pasado una noche caliente y ella es bocado de Júpiter.
CASIO
Es una dama exquisita.