Punto Clave 2: Actitud de Premio

Para atraer a un hombre, actúa como el premio que eres. Una mujer que se valora a sí misma y se sabe única emana una confianza que impide que un hombre la tome a la ligera. Ella no corre tras él, no se desvive ni cambia sus planes por él; al contrario, es el hombre quien debe esforzarse por ganar su tiempo y atención. Esta actitud hace que él vea su valor, que sienta que necesita estar a su altura. Ella sabe que tiene algo especial que ofrecer, algo que va más allá de la aprobación o atención de un hombre. Esta mujer no teme perderlo, y su seguridad es su mejor arma. En lugar de mostrarse necesitada, mantiene su vida y sus actividades, y esto le hace notar al hombre que debe hacer más si quiere ser parte de su mundo. Al no estar siempre disponible, él se da cuenta de que necesita su esfuerzo para estar con ella. Cada vez que él intenta probar los límites de su poder sobre ella, lo recibe con una sonrisa firme y una presencia serena, sin ansiedad ni apuro. No corre a responder llamadas de último momento ni deja su vida en espera por un hombre. Mantiene sus prioridades, y cuando él está con ella, lo disfruta plenamente, sin cambiar sus límites ni su ritmo. Su vida sigue, completa y rica, con o sin él. Esto hace que él sienta que su tiempo juntos es un privilegio y no un derecho. Al comprender que ella no se ajustará a cualquier comportamiento, él aprende a respetarla y a dar lo mejor de sí. Esta mujer, que se ve como un premio, no se conforma con migajas; está dispuesta a retirarse si no recibe el trato que merece. Él ve esto y entiende que, con ella, cada momento importa.