Al terminar su discurso, el presidente se dirigió a los acusados.
—Simón Kartinkin, levántese.
Éste se levantó de un salto. Los músculos de sus mejillas se movieron con más rapidez.
—¿Su nombre?
—Simón Petrov Kartinkin —pronunció rápidamente con voz trémula; sin duda se había preparado para responder.
—¿Su condición?
—Campesino.
—¿De qué provincia y distrito?
—De la provincia de Tula, distrito de Krapivo, concejo de Kupiánskoie, aldea de Borki.
—¿Cuántos años tiene?
—Treinta y cuatro. Nací en mil ochocientos…
—¿Qué religión?
—Rusa, ortodoxa.
—¿Casado?
—No.
—¿Cuál es su oficio?
—Trabajaba de camarero en el hotel «Mauritania».
—¿Ha sido procesado alguna vez?
—¡Dios me libre! Nunca.
—¿Ha recibido una copia del acta de acusación?
—La he recibido.