El factor edilicio no fue tampoco descuidado; y asà las casitas estaban distribuidas alegremente alrededor del lago Malcolm. La ciudad carbonÃfera estaba situada debajo de la punta oriental del lago Katrine. Hasta una capilla, bajo la advocación de San Gil, dominaba el conjunto de la población desde una gran roca, cuya base estaba bañada por las tranquilas aguas de aquel pequeño mar subterráneo. La iluminación artificial, muy eficiente, daba al pueblo asÃ
constituido un aspecto verdaderamente fantástico. Ninguno de los turistas que visitara la Nueva Aberfoyle resultaba defraudado. Aquello era en verdad extraordinario.
Durante las horas de labor, una colmena humana se dedicaba de lleno a sus tareas; cavadores que carcomÃan la roca, acarreadores que conducÃan el carbón, conductores, carpinteros, reparadores de vÃas y apisonadores, que se encargaban de cubrir los espacios dejados por el material ya extraÃdo.
Los habitantes de Coal City podÃan estar orgullosos de su obra... Simon Ford aseguraba que allà se vivÃa mucho mejor que "arriba", ya que "afuera", "llovÃa siempre"...y no le faltaba razón para afirmarlo. Porque el clima escocés deja mucho que desear en ese sentido. Ya no sólo de trabajadores temporáneos se poblaba Coal City. Familias enteras constituÃan aquella población y eran muchas las